ORQUIDEA DEL ABRAZO

Muchas heridas se producen en el mundo de las relaciones produciendo múltiples dolores. Acusamos por ello a la forma en que el otro tiene de comunicarse. Y a veces esto es lo que “sobra” de nosotros. Es lo que rebalsa de una vida poco reflexiva, donde vivimos en automático, y pensamos que el otro nos tiene que querer por lo que hacemos por ellos, y no por cómo le tratamos. Rencores por lo que dijiste, como me trataste o destrataste. Angustia porque me miras mal o no me miras. Tristezas que afloran y ya no sabemos cuándo se originaron. Solo sabemos que están aquí, y ahora duelen. Todas estas experiencias, basadas en nuestra forma de ser, educación, sentencias de nuestra vida, como ser: “la pareja tiene que ser así o asá” tiene que ser tolerante, aguantar, tirar parejo, etc… Cada cuerpo energético parece tener vida propia, y dolores propios. Generando distancia ente los cuerpos, corazones, abdomen, piernas, etc. Y ya no queda otra, más que alejarse un poco más, porque no soportamos el dolor…. Entonces surge la necesidad imperiosa de un abrazo. Un abrazo a tiempo lo puede cambiar todo… Un abrazo de verdad, con entrega. Un abrazo no se puede fingir. Son los corazones los que se atraen mutuamente cuando los dos son parte de un todo más grande., O verdaderamente se rechazan cuando no hay nada que reunir. Los brazos, las piernas, el pecho, los labios, el sexo, funcionan complementando su fusión. Obran en consecuencia. No hay mentiras en un abrazo. Si conflictos. Entre lo que debiera ser y lo que se siente. Cuando abrazo, surge la verdad. Así estas orquídeas, pueden estar juntas y separadas al mismo tiempo. Sintiéndose parte de un todo y sanando conflictos del alma, de la educación, del mundo mental, del deber ser. Cuando me entrego realmente a un abrazo, se revela la verdad de lo que ocurre en nuestro interior. Si abrazo y no hay nada, ya está, eso define lo que hay. Y si hay, aparece el verdadero amor, que se reconoce a sí mismo cuando se juntan dos corazones. El abrazo es la herramienta física más cercana a ser parte de un todo. Por un momento somos un solo corazón. Una sola alma. Y entonces, todos los conflictos pasan. Estas flores nos revelan la naturaleza de ser uno en varios cuerpos. La angustia y el dolor son por la gran separatividad del ser. Un abrazo, puede cambiarlo todo. Áreas en las que trabaja: Discordias de pareja, desencuentros por terceros, dolor por separación, opresión y gran angustia. Sensación de querer cambiar para disminuir la angustia. Dolor del alma que no se sabe de donde proviene. Deseos profundos de abrazar al otro o a los demás. Comunión del alma. Necesidad de saber la verdad en una relación, de salir de la imaginación, fantasía, para pasar al mundo real. Falta de sensibilidad amorosa. Observaciones: calma mucho la mente y uno suele olvidarse de porque estaba enojado o distanciado o triste, etc. Y recuerda, que necesitamos un abrazo, cuando mas necesidad sentimos de alejarnos de alguien.

Cuando sale en un test intuitivo: es posible que sientas un distanciamiento con alguien, que no te puedas acercar. Algún enojo quizás. Y que le estés haciendo más caso a tu enojo, o tristeza o depresión, e ignores lo que realmente sucede con el otro/a, aunque puede que creas que si sabes lo que sucede contigo. Cuando aparecen estas dos orquídeas, significa que estas necesitando un abrazo, uno de verdad, prolongado, sincero. Donde te puedas aflojar, llorar, sentir amor, y experimentar de verdad lo que sientes, y dejar de lado lo que crees que sientes. Al menos te darás cuenta de la verdad. Recuerda, un abrazo puede cambiarlo todo.