AUTOESTIMA/ AUTORESPETO

En una fórmula donde se colocan varias flores investigadas,que tienen acción similar para crear una nueva combinación con una nueva función especifica.

Cuando uno se estima, se respeta a sí mismo, no deja que los demás, ni la vida, ni sus representantes, nos traten mal.    A veces para vivir mejor, solo hace falta quererse un poco más. Cuando nos sentimos merecedores de una mejor vida, recién allí nuestra historia mejora y nos aproximamos a lo que realmente y en el corazón necesitamos.     

Esta fórmula de autoestima trabaja esto, recuperando el auto respeto, el amor hacia sí mismo (bien entendido, por supuesto) y de esta forma expandiéndolo hacia los demás. Esto tiene muchas formas de expresión, por ejemplo, cuando nos vemos feos, gordos, no deseables, cuando no nos creemos merecedores de esto o aquello, cuando nos desvalorizamos incluso antes de que nos desvalorice el otro.

Recordemos que es difícil que los demás nos “miren bien”, si no lo hacemos hacia nosotros mismos. Aceptación sin resignación seria lo correcto y justo. Reconocer que soy lo mejor que puedo ser en este momento, y armar desde ahí nuestra estrategia.  Lo mejor es aceptar lo que somos, como somos y como estamos, en el sentido que nos importe. Y desde ahí plantearnos cambios. 

En general la mejor manera es de a poco y de a uno. Un cambio a la vez, un paso a la vez.  Si hoy lo doy, mañana tengo la posibilidad de dar el siguiente. Esta fórmula nos ayuda a generar ambientes internos y externos de auto respeto y autoestima. Ideal para esbozar un canto de libertad ante aquello que nos oprime y nos coarta en la vida, sea lo que sea.

Cuando sale en un test intuitivo: en nuestra experiencia les sale a personas que han sido maltratadas de distintas maneras, generando esto una minusvalía emocional. Puede ser de chico o de adulto. En el caso de ser niño, hay una indefensión de por medio, y hay mucho para sanar allí. En el caso de los adultos, siendo esto producido de grande, es más fácil para cambiar, si ello no tiene una base en la infancia.

Cuando usan esta fórmula suelen obtener confianza en si mismo, recuperan el poder personal, y en base a esto ponen límites ante el maltrato. Ellos no dejan que esto ocurra. El mayor cambio lo ven alrededor en el trato de los demás hacia ellos. Porque como decíamos antes: “quien se quiere a bien, no permite que se lo maltrate”. Si esta fórmula se usa de niño, cuando recién comienza la experiencia de una autoestima baja, acorta muchos problemas en el futuro. Es una fórmula que se suele tener que tomar durante mucho tiempo en la mayoría de los casos, dado que suele tener orígenes en las raíces más profundas de la persona.

Los componentes de esta fórmula son:

  • Alamanda: para la fe y confianza en si mismo, y angustia del que espera.
  • Palo de agua: para reconocer los dones.
  • Verbena: para la profunda desvalorización.
  • Flor del Pasto: para valorarse sin esperar que los demás lo hagan.
  • Achicoria: para ofensa fácil y baja estima.
  • Tibuchina: para desarrollar todo tu potencial.
  • Flor de lis: para irradiar un magnetismo de respeto.
  • Magnolia: para poder lograr lo que se quiere.
  • Canela: para no permitir el maltrato.